Quedaron lejos los años
de los mayos de esperanza.
Ya nadie grita libertad
ni galopamos
hasta enterrar en el mar
negras nubes del pasado.
No elevamos hacia el cielo
los puños desesperados.
Se perdieron las banderas
y callaron las canciones,
se nos durmieron los sueños,
no hay respuestas en el viento
y no sabemos distinguir
un cielo azul
de un frío raíl de acero.
Y consiguieron cambiar
nuestros héroes por fantasmas.
La vida no es rosa
ni el mundo maravilloso
y nuestros más queridos sueños
son polvo en el viento.
Nunca volamos libres
ni pudimos llenar
las horas vacías
de espacios de luz
y nunca nos bajaron
una estrella azul.
sábado, 19 de febrero de 2011
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